Todas las promesas del cielo (Berenice) es una novela que habla del miedo que paraliza y del amor que redime. De una y de guerra que rompió, un país, España. Y de como una mujer logró vivir a pesar de todo y contra todo.
Flora Rey vive se ha divorciado de su marido Melitón gracias a la Segunda República, tiene 3 hijas, un padre idealista y acaba de estallar la Guerra Civil de 1936. Es la primera mujer divorciada en la historia de la Sierra Morena de Córdoba, desafiando la tradición y el desprecio colectivo. No está dispuesta a que nadie le quite el futuro a ella ni a ninguna de sus tres hijas. A sus veintiséis años se reafirma en su derecho a ser la dueña de su propio destino. Vive en el Cerro Muriano de Córdoba, donde las minas marcaban los destinos de la población y donde el 5 de septiembre de 1936 nació el fotoperiodismo de guerra moderno. Endre Friedman (Robert Capa), Gerta Pohorylle (Gerda Taro), Hans Namuth y Georg Reisner coinciden en el mismo espacio durante la huida de la población civil.
Una foto de Georg Reisner fue el punto de partida de Todas las promesas del cielo. Reisner es el reverso de Robert Capa, gran fotorreportero y también gran mentiroso. En La Granjuela (Asalto del Batallón Chapaiev), Espejo (Foto Miliciano), Playa de Omaha (Desembarco de Normandía) tergiversó la realidad en pro de una buena fotografía o mintió acerca de su participación en el desembarco, en aras de mantener su aura de gran fotógrafo. Esta obra plantea un debate sobre la verdad frente a la propaganda, contrastando el enfoque de Georg: capturar la dignidad y el sufrimiento de los civiles con las tácticas de puesta en escena y el, a veces, sensacionalismo de Capa.
Reivindicación de lo rural: El paisaje rural se ve, se huele, se saborea. La mina y la sierra son dos personajes más dentro del relato.
Manuel Ángel Barbero, su autor, es bibliotecario en el corazón de Andalucía. Sin prisa, sin presión, sin pretensión escribe sus novelas en un mundo donde primero se compra el argumento y después se escribe la obra. Él, fiel a su adorado Delibes, sigue dejándose llevar primero por la historia.











