Berenice publica la primera obra escrita en español sobre un género muchas veces injustamente invisible, que firma Carlos Cubeiro.
Era necesaria y había que contarla. «Estas páginas nos han recordado que la línea y el trazo no son meros instrumentos subsidiarios, sino lenguajes primordiales que han dado forma a nuestros sueños colectivos, que nos devuelven a ese instante de asombro, ese momento preciso en que una línea sobre el papel deja de ser una marca para convertirse en una ventana a otros mundos posibles», cuenta el editor Antonio Cuesta al arrancar este libro, escrito por un enamorado del dibujo que vio cómo su padre vivía y se desvivía cuando tenía un lápiz en la mano: «Mi padre fue el primer dibujante que conocí. Desde que tengo memoria, me acostumbré a verlo de espaldas, inclinado sobre un original, con aire concentrado y ausente, dibujando indios y vaqueros. A veces lo sorprendía haciendo muecas: sonreía cuando sus personajes estaban felices o fruncía el entrecejo si se hallaban enzarzados en una pelea, como un concertista de piano que precisa subrayar un delicado bemol cerrando los ojos o levantando las cejas».
Y de esa pasión y de esas imágenes de niñez que ya no se le borrarían nunca de la memoria y quizá también de cubrir un hueco y darle su lugar, el que le corresponde, ni más ni menos, nace esta Historia del dibujo y la ilustración (que no son lo mismo, pero se tocan) de Carlos Díaz Cubeiro. «Este libro no está escrito por un historiador, sino por un profesional de la ilustración al que le mueve, principalmente, la curiosidad; no pretende ser una historia del dibujo y la ilustración al uso, aunque a veces lo parezca, sino una celebración —parcial y subjetiva— de un arte que, si bien nunca se ganó la atención de los académicos, goza de un privilegio mucho más importante, formar parte de la vida y la memoria sentimental de la gente corriente», escribe el autor.
Este nació en Barcelona, en 1966, y es licenciado en Bellas Artes. Como profesional del diseño gráfico y la ilustración ha trabajado para los principales sellos editoriales de este país y publicado sus dibujos en El Periódico de Cataluña. Actualmente imparte talleres en los ciclos formativos superiores de Gráfica Impresa e Ilustración y es redactor de Visual Magazine desde los años noventa, donde ha publicado entrevistas y artículos de manera continua. Además, ha ilustrado libros para Círculo de Lectores, Santillana, SM y Paidós, entre otros sellos editoriales. Recibió el Premio Junceda de Ilustración 2016 en la categoría de Ficción para adultos por su obra Serratología (Comanegra, 2015). Como autor literario ha publicado Manual de autoayuda para suicidas (Comanegra, 2016), Raros, radicales y rebeldes, Raras, radicales y rebeldes (Modernito Books, 2018 y 2021), Manual de fundamentos del diseño gráfico (2022) y Eso no estaba en mi libro de historia del diseño gráfico (2023), ambos en Berenice.
Por las casi seiscientas páginas de Historia del dibujo y la ilustración nos topamos con copistas e iluminadores medievales (¿fueron todos monjes o hubo alguna monja también dedicada a ello?), los deliciosos cuadernos victorianos, un gigante como Albrecht Dürer, la primera estrella de la ilustración, o al genial Saul Steinberg, uno de los fichajes estrella de The New Yorker junto a Sempé, de las estampas japonesas que transformaron el arte europeo, hasta los ilustradores que definieron la imagen de la publicidad moderna, los artistas digitales contemporáneos. No faltan personajes tan dispares como Daumier o el ácido George Grosz, cuyas imágenes son de una belleza incómoda. En suma, esta historia construye una genealogía de la creación visual que ha permanecido oculta en los márgenes de la historia del arte y revela conexiones inesperadas entre épocas y autores.
Historia del dibujo y la ilustración
Carlos Cubeiro
Berenice, 592 pp., 40 €