DR. SERGI RUFI: «LA RAREZA ES NUESTRO DON PERSONAL»

¿Te sientes diferente? ¿Te consideras alguien raro que no encaja en lo que la sociedad considera normal? ¿Te han dicho que eres demasiado sensible o demasiado inteligente? Si es así, este libro puede darte las claves que necesitas para empezar a vivir tu vida de forma auténtica, sin vergüenza ni culpa.

Estamos en la extraña era de la complejidad y el contraste, de la réplica y la evolución, del cambio y la aceptación, de la culpa y la libertad, de los valores y los antivalores, del narcisismo y la timidez, del ruido y el silencio, de la curiosidad y el aburrimiento, de la comodidad y el trastorno, de la apariencia y el sentimiento, de la hiperconectividad y la soledad, de la firmeza y la suavidad, de la fachada y la sensibilidad, de la rareza y la belleza. Podemos aprovechar la actual confusión cultural para abrirnos a la contradicción humana y comprendernos mejor. O sellar los ojos y dejar pasar para siempre esta oportunidad de transformación.

A lo largo de sus 25 años de trayectoria profesional en el campo de la psicología, Sergi Rufi ha conocido, analizado, comprendido y acompañado a miles de personas de distintas partes del mundo en su proceso de desarrollo personal. Igual que los manuales de física de partículas los escriben los físicos, o los de diseño de construcción de edificios los arquitectos, los libros de psicología deberían ser escritos por psicólogos experimentados. Sin embargo, por el mero hecho de tener una mente, de haber superado una crisis o de haber tenido éxito económico, mucha gente sigue la moda y se lanza a pontificar axiomas sobre psicología o a vender métodos infalibles. Así es como la psicología se ha convertido en el área de conocimiento humano donde más intrusismo y menos rigor existe. Así es como la psicología popular, la que más vende y más se ha extendido, ha acabado considerando que todos somos iguales, que todos seguimos los mismos patrones y, por lo tanto, necesitamos las mismas soluciones. Proyecta una concepción reduccionista, simplista, superficial, lineal y dañina. A esta psicología de bolsillo se le gana con el rigor de la práctica terapéutica. A sus conclusiones erróneas se las desbanca contactando en primera persona con las capas profundas de miles de personas.

El autor, doctor en psicología y autor de Una psicología real, El arte de ser auténtico y Manual de espiritualidad rebelde, lleva más de veinticinco años en el ámbito de la psicología y la espiritualidad. Durante años estuvo ligado profesionalmente al mundo académico en la facultad de psicología de la Universidad de Barcelona, donde fue docente e investigador. Los últimos doce años los ha dedicado a la psicoterapia.

¿Qué es La belleza de la rareza?

Es un ensayo intimista, raro, mitad científico, mitad poético, que describe la diferencia y la rareza humanas desde un punto de vista psicológico, mostrando su dignidad, su sentido y su valía, a la vez que trata de desestigmatizar y desculpabilizar. Lo he escrito tras veinticinco años en el campo de la psicología, acompañando terapéuticamente a miles de personas. También me pongo a mí como ejemplo, claro. Yo crecí con Saramago.

¿Por qué consideras que la rareza es bella?

Lo frecuente, lo cotidiano, lo normal, nos aburre y nos acaba deprimiendo. Solo hay un Guernica, un Kafka, una Sagrada Familia. Lo escaso, lo anormal y diferente, destaca y nos atrapa la mirada, porque nos desatasca y nos abre nuevas vías. Hace falta bajar la culpa y afinar la sensibilidad para darnos cuenta de esto. Lo bello es diferente.

¿Por qué consideras este un libro raro y diferente?

Me parece distinto en forma y fondo. Desde el ritmo y la métrica de la prosa poética, cómo me expreso, hasta el formato y el diseño del libro son inusuales en el sector de la psicología. Me parece que es un manual tan científico como artístico. No encaja en la sección de psicología o autoayuda convencionales y ¡qué bello es eso! Además, al igual que en mis otros tres libros, tiendo a mojarme e implicarme en el propio relato. Creo que el psicólogo no debe ser un frío observador y narrador de vidas ajenas, debería mostrarse también como actor y protagonista. El ejemplo empieza en uno. Nadie estudió psicología para ser feliz.

¿Cómo describirías muy brevemente a alguien psicológicamente raro?

Según mi experiencia en consulta, es alguien sensible, con tendencia a la introversión, la soledad y la «intermitencia». Alguien inteligente que ha sido culpabilizado por no encajar en el molde familiar u oficial. Alguien esencialmente evolutivo (como pocos) y no replicante (como la mayoría). De estos y otros conceptos hablo extensamente en el libro.

¿Por qué afirmas que la rareza es un rasgo psicológico deseable?

En el fondo, todo el mundo es un poco raro si se lo permite. Solo hemos aprendido a esconderlo para encajar mejor. Pero el bebé nace raro y hace cosas raras. Por eso debemos educarlo y socializarlo (controlarlo) para volverlo más previsible y que conviva mejor dentro del colectivo. Es un proceso sano y natural, como también lo es recuperar de adultos parte de esa originalidad y rareza innata y sana. Así, conectamos más con sensaciones de libertad, creatividad y diversión. Aunque yo no sea más libre por ser raro, solo sea más yo. No puedo evitarme.

¿Cuál es la emoción que nos hace sufrir más?

Sin duda, el sentimiento de culpa, subyace a todo trastorno psicológico y a todo proceso grave o no de sufrimiento. La culpa parte de una concepción popular y errónea de la libertad. La cual cuestiono ampliamente en el libro.

¿Qué mensaje principal quiere que el lector aprenda de este libro?

Hasta que se demuestre lo contrario, la rareza es nuestro don personal (aunque socialmente pueda acabar siendo patologizada). La rareza es nuestra parte única que hemos venido a compartir con el colectivo para evolucionar juntos. Nuestra rareza es nuestro aporte, y, por lo tanto, está directamente conectada con nuestro sentido y propósito personales. Pero antes debemos desculpabilizarla para poder confiar en ella.

¿Cómo nos afecta nuestro punto de partida, el origen de nuestra herida?

Es obvio que el pasado influye en el presente, lo cual no significa que lo condene. Pero todo está interconectado, la indigestión y la comida ingerida, el bulto y el golpe previo. De aquellos polvos, estos lodos, que dice el refrán. Es un hecho que hay gente que nace con más suerte y mayores facilidades que otros. Al principio el raro lo tiene más difícil. Al principio.

© Xaiver Torres-Barchetta.