Fuente: Feria Internacional Libro Guadalajara / Ajuntament de Barcelona
Barcelona se ha preparado para desplegar su espíritu literario al otro lado del Atlántico. Del 29 de noviembre al 7 de diciembre, la ciudad condal es la protagonista de la 39.ª Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), la cita cultural más relevante en lengua española y una de las más importantes del mundo. Con cerca de 750 escritores de 49 países, más de 2.000 sellos editoriales y un programa de más de 3.000 actividades, la FIL se convierte cada año en el epicentro de la creación literaria, el pensamiento crítico y la industria editorial iberoamericana, atrayendo a profesionales y a un público masivo: en 2024, la feria registró más de 900.000 visitantes. Ser la ciudad invitada de honor no es solo un reconocimiento: es también la oportunidad de mostrar al mundo por qué Barcelona, diez años después de su declaración como Ciudad de la Literatura por la UNESCO, sigue siendo un referente indiscutible de la cultura y del libro.
La elección de Barcelona como ciudad invitada de la FIL 2025 no es casualidad. La capital catalana posee una tradición literaria centenaria y mantiene un sector editorial vibrante y dinámico que combina la riqueza de sus lenguas —catalán y castellano— con una capacidad de innovación y proyección internacional. Esta doble condición, de bagaje histórico y actualidad creativa, ha consolidado a la ciudad como una de las grandes capitales editoriales del mundo y le ha permitido construir un ecosistema literario único, donde convergen autores, librerías, bibliotecas, festivales, editoriales y programas públicos que fomentan la lectura, la escritura y la expresión cultural. Su red de bibliotecas constituye la base sobre la que se construyen los programas de fomento lector, orientados a todos los públicos y diseñados para acercar la literatura a la ciudadanía.
Estas bibliotecas son centros culturales donde se celebran talleres, charlas, clubes de lectura y encuentros con autores. El Plan Director Bibliotecas de Barcelona 2030 establece cuatro grandes ámbitos de trabajo, destacando especialmente el segundo: garantizar el derecho a la lectura, a la escritura y a la expresión oral como pilares de una ciudadanía informada y creativa. A través de esta labor, Barcelona no solo promueve el acceso al libro, sino que genera un tejido social que vincula la cultura con la vida cotidiana de sus habitantes y consolida la ciudad como un espacio de aprendizaje permanente.
Pero Barcelona también es ciudad de la literatura. La conmemoración del décimo aniversario de su designación como Ciudad de la Literatura de la UNESCO refuerza esta identidad, sustentada en festivales y programas literarios de gran proyección, como BCNegra, Barcelona Poesía, Festival 42, Món Llibre, Kosmopolis o Liternatura. Estos eventos, además de visibilizar la producción literaria local, sino que sirven de plataforma para el diálogo entre culturas y para la difusión internacional de la literatura catalana y española. La Diada de Sant Jordi, con su impacto cultural y económico, se erige como símbolo de este compromiso: la ciudad entera se convierte en un escaparate literario, donde librerías, editoriales, autores y lectores celebran la pasión por el libro. Además, la residencia de escritores de Vil·la Joana permite a creadores nacionales e internacionales desarrollar sus proyectos en un entorno propicio para la reflexión y la creación, fortaleciendo la proyección global de la ciudad. La oficina Barcelona Ciudad de la Literatura articula estos esfuerzos en torno a cuatro ejes: fomento de la lectura, apoyo al sector literario, difusión del patrimonio literario y proyección internacional, garantizando que la ciudad no solo sea productora de literatura, sino también promotora activa de la cultura literaria en el mundo.
En paralelo, Barcelona es ciudad de los libros, con una labor editorial y de apoyo al sector que demuestra la firme apuesta municipal por la cultura. Barcelona Llibres, editorial pública de la ciudad, publica obras que exploran la identidad, la historia y la creatividad de la capital catalana, generando debates y diálogos en torno al conocimiento y la ciudadanía. Asimismo, el Ayuntamiento impulsa políticas de colaboración con editoriales, librerías y asociaciones, apoyando la coedición de libros, la cesión de espacios públicos y la organización de ferias y eventos literarios como La Setmana del Llibre en Català, ArtsLibris, Literal o la Feria del Libro de Ocasión. Este compromiso permite no solo mantener viva la cadena productiva del libro, sino también garantizar que la literatura alcance al público de manera amplia y diversa. Las becas Barcelona Crea, como las de Montserrat Roig o Carme Montoriol, complementan este ecosistema, ofreciendo a escritores, traductores y creadores oportunidades para desarrollar sus proyectos con el respaldo institucional y profesional necesario.
La participación de Barcelona en la FIL 2025 trasciende la literatura y se proyecta hacia otras disciplinas que enriquecen la programación de la feria. Desde el cine, con producciones catalanas que viajan internacionalmente, hasta la música, las artes escénicas, el pensamiento, la ciencia y la gastronomía, la ciudad ofrece una mirada transversal de su riqueza cultural. El lema elegido para la participación barcelonesa, «Vendrán las flores», rinde homenaje a Mercè Rodoreda y simboliza la conexión entre Barcelona y Guadalajara. Las flores evocan tanto la ciudad mexicana, conocida como la ciudad de las rosas, como la tradición de Sant Jordi y el ciclo vital de la literatura que une a ambas ciudades desde los años del exilio catalán hasta la presencia de la literatura hispanoamericana en la capital catalana. Esta metáfora poética condensa la filosofía de Barcelona como ciudad abierta, acogedora y generosa con las ideas, capaz de proyectar su creatividad y establecer diálogos culturales con el mundo entero.











