Jorge Molist aplazó, por razones familiares, su temprana vocación por la escritura y después de una larga y destacada trayectoria profesional, en el año 2000 pulicó Los muros de Jericó. A esta primera novela le siguieron Presagio (2003) y El Anillo (2004), traducida a más de veinte idiomas. En 2007 ganó el Premio de Novela Histórica Alfonso X el Sabio con La reina oculta y continuó con Prométeme que serás libre (2011) y Tiempo de cenizas (2013). En el año 2018 obtuvo el Premio de novela Fernando Lara con Canción de sangre y oro.
Después de La reina sola, (2021), ahora lanza El latido del mar, una aventura épica durante la guerra por el dominio del Mediterráneo y los últimos años de las cruzadas.
1. ¿Cuándo empezó a escribir?
Soy un escritor tardío. Empecé a escribir, con propósito de publicar, recién cumplidos los 45 años. Era una aspiración frustrada desde que a los 14 años mi padre, cuando le hice saber que quería ser escritor, me puso a trabajar de aprendiz en una imprenta. Dijo: «Los escritores en España se mueren de hambre Y tú tienes que comer. Además, así aprenderás lo que es el mundo del libro desde abajo». Solo que allí no se imprimían libros. Solo cajas de medicamentos. Y me pasé los siguientes años tratando de progresar para que no llegara la temida hambre. Hasta que fui consciente de que tenía un gran vacío en mi vida. Y escribí la primera línea de mi primera novela como propósito de primero de año el 1 de enero de 1996. Terminada la novela fui rechazado varias veces por todas las editoriales hasta que la mítica Carmen Balcells decidió representarme.
2. ¿Cuándo y cómo escribe?
Cuando empecé a escribir hacía largos viajes internacionales por motivo de mi trabajo alimenticio. Escribía en el avión, en el coche si no conducía, en el hotel, en la cama. Donde fuera y a la hora que fuera. Curiosamente estaba tan enganchado a la trama que no me importaba el entorno.
Me ha quedado la costumbre y ahora trabajo en cualquier lugar de la casa, o fuera de ella, donde pueda poner el ordenador en el regazo. A veces me quedo dormido en la cama sobre el ordenador.
3. ¿A mano o a máquina? (la escritura, no el lavado).
¡Ja, ja, ja! ¡Muy acertado! Porque durante mucho tiempo mi trabajo alimenticio consistía en comercializar detergente tanto para lavar a mano como para lavadora. En cuanto a la escritura, las dedicatorias de libros las hago a mano y el resto en ordenador.
4. ¿Tiene alguna manía o hábito ante el momento de la escritura?
Mi manía es obtener tiempo para escribir. Me parece increíble que ahora, que solo me dedico a eso, me parece tener menos que cuando trabajaba ocho horas. Los llamados «ladrones de tiempo» se agazapan en cualquier lugar. Luego solo requiero un poco de silencio. Puedo estar escribiendo en el salón con la tele puesta siempre que mi mujer use cascos.
5. ¿A quién pediría consejo literario?
Pues se lo pediría a doña Carmen Balcells, la gran promotora del boom de la literatura latinoamericana, si aún viviera y quisiera dedicarme parte de su tiempo y sabiduría.
6. Si pudiera reencarnase en algún escritor/es, ¿a quién elegiría?
Humberto Eco. Admiro a ese genio italiano que era capaz de combinar sus profundos conocimientos filosóficos, históricos y literarios con una desbordante creatividad. Un ejemplo es la famosísima El nombre de la rosa, Bajo el disfraz de una novela de intriga policíaca tenemos una excelente recreación histórica, una crítica al fanatismo y a los crímenes y abusos de poder en nombre de Dios, y una lección filosófica. Magistral.
7. ¿Qué recomendaría a los autores noveles?
Que traten de leer lo más posible, que trabajen duro y que no se desanimen si cuesta publicar. Que no desistan. Y por encima de todo, que encuentren el placer en la propia escritura.
EL LATIDO DEL MAR
Jorge Molist
Planeta, 624 pp., 22,90 €