Periodista, novelista, autor de un considerable número de libros de viajes –Historias de Japón (2020) o América, América (2013), entre otros-, Xavier Moret es, fundamentalmente, un viajero; quizás porque, como dice en su pasaporte, viajar supone la “mejor manera de engañar el paso del tiempo”. De los muchísimos viajes a Islandia, un país por el que siente predilección, han nacido tres libros imprescindibles para sumergirnos en la belleza, idiosincrasia y singularidades de una isla tan desconocida como fascinante: La isla secreta (2002) -en una nueva edición del 2013 revisó y actualizó el texto, añadiéndole fotos-, Islandia, revolución bajo el volcán (2011), e Islandia bajo cero. 21 historias del frío (2017), hecho en colaboración con el fotógrafo Andoni Canela. Estamos, pues, frente a una nueva reedición de un libro de éxito que obtuvo en su momento el Premio Grandes Viajeros (2002). Porque como escribe en su web -xaviermoret.com-, se trata de “un viaje por Islandia, país que me encanta y del que pretendo contar no solo las maravillas de su naturaleza volcánica, si no también el paisaje humano y la historia de la isla”.
El título está tomado de un verso del poema “Islandia” de Borges; coautor, junto a Delia Ingenieros, de Antiguas literaturas germánicas (1951), y que irá reapareciendo de forma intermitente durante la lectura, pues fue un consumado divulgador de las Sagas. Isla de Hielo prácticamente desconocida hasta tiempos recientes, donde la modernidad y el sincretismo de creencias -leyendas, fantasmas, Elfos o Trolls- conviven con toda naturalidad. Al margen de la avalancha turística debido a sus bellezas naturales, asociamos Islandia con la guerra del bacalao contra Inglaterra, la final del campeonato mundial de ajedrez entre Bobby Fischer y Boris Spassky, la cumbre celebrada entre Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov, el país de la cantante Björk o de Vigdís Finnbogadóttir, la primera presidenta de gobierno del mundo elegida por sufragio universal, el caos aéreo provocado en 2010 por la erupción del volcán Eyjafjallajökull, o el desplome de su economía en el 2008, y la revolución posterior de sus ciudadanos contra un sistema de gobierno corrupto.
Pero Islandia, como consigue hacernos ver su autor gracias a una escritura cálida, dinámica, y amena, no exenta de ironía, es también, sobre todo, su historia y su literatura antigua. En la literatura -la Saga de Hrafnkell o la Saga de Njal, por poner un par de ejemplos, o la poesía édica anterior a las sagas-, y en su historia –Libro de los Pobladores, o El libro de los islandeses; ambos del siglo XII- encontramos todavía hoy el patrimonio cultural y genealógico vivo -sus nombres son un claro ejemplo- de la continuidad del pasado en el presente y de unas formas de organización social tan remotas como avanzadas a su tiempo. Una emocionante prueba de ello es La Roca de la Ley en Thinguellir, donde se reunían en asamblea anual los primeros pobladores de la isla -emigrantes noruegos y escoceses-, precursora del Althing o Parlamento islandés que, junto al de la Isla de Man, es el más antiguo de cuantos existen.
Fiordos, volcanes, glaciares, géiseres, auroras boreales, sol de media noche, nieve, lluvia, salmones, arenques, bares, restaurantes, hoteles, museos -un muy curioso del Falo-, sagas, vikingos -su amigo y cicerone Einar Gunnarsson, a quien está dedicado el libro-, pintores, cineastas, escritores… Todo este patchwork cobra forma amablemente en este espléndido libro de viajes de Xavier Moret, cuyo paradógico origen es su estancia en la isla -en la casa del que fue uno de los más famosos escritores de Islandia, Gunnar Gunnarsson- para acabar una novela cuya acción se desarrolla en otra isla muy distinta, Zanzíbar –Zanzíbar puede esperar (2002)-. Título que, curiosamente, ya aparece prefigurado en La isla secreta, pues en una página del libro nos confiesa que a “aquellas alturas de mi viaje, ya había aprendido que mi novela sobre Zanzíbar podía esperar”. Cosas de Elfos y de las complicidades e interrelaciones literarias.
Moisés Galindo
Islandia, la isla secreta – Xavier Moret | PlanetadeLibros
Ediciones Península
Número de páginas:248