FOTÓGRAFO: Carlos Ruiz
“En 1980, un objeto volante no identificado había permanecido durante dos días en la vertical de la base aérea de La Joya, cerca de la ciudad de Arequipa. El ovni era circular y metálico. Brillaba con gran intensidad. Permaneció muy alto sin moverse. Lo vio toda la base y fue captado en las pantallas de radar. Pues bien, los militares peruanos discutieron. ¿Lanzaban un misil contra la nave? Finalmente, olvidaron la idea. Según mi confidente, los proyectiles -de fabricación rusa- eran muy caros: a razón de dos millones de dólares por unidad. Y el ovni siguió en lo alto. Nadie le molestó…”
Este fragmento es del libro Están aquí de J. J. Benítez, publicado por Planeta y que desde el 29 de octubre ya está en el escaparate de todas las librerías, en donde el célebre periodista y escritor español, conocido por sus trabajos dedicados a la ufología, vuelve para denunciar las mentiras y ocultamientos de las cúpulas militares de todo el mundo sobre el fenómeno ovni. Hay que recordar que, hasta el momento, J. J. Benítez ha publicado 69 libros y tiene otros 140 en proyecto. Por la publicación de Están aquí, nos encontramos hoy en el Hotel Casa de las Artes, en la calle de Atocha de Madrid, para que nos lo presente a los lectores de Qué Leer.
Para empezar, J. J., nos gustaría preguntarle sobre el porqué de este regreso ahora a la investigación ovni, alguien con su bagaje, con tanto publicado sobre este asunto.
Son muchos años de investigación. Y había reunido muchos documentos, muchos testimonios, sobre el tema de ovnis y militares. Y me pareció que era oportuno sacarlo ya.
Se ha entrevistado para Están aquí con cientos de militares, policías, guardias civiles e incluso personal de la USAF o de la CIA. Un trabajo ingente.
Sí, muchos años, pero muchos años. No sé calcularlos; bueno, empecé en el 72. Llevo, pues, cincuenta y tres años. Y habré dedicado más de diez o quince años solamente a los militares.
Para el lego en la materia, ¿por qué esta ocultación, ese guardar con recelo toda esa información ovni, por parte de los militares de todo el mundo?
Yo se lo he preguntado muchas veces a los militares. Y siempre me dicen lo mismo, que estas naves, que ellos saben que son naves no humanas, son superiores a los militares técnicamente. Entonces, tienen un problema, que es que no pueden reconocer que son inferiores a ellos, porque automáticamente mucha gente se les echaría encima, sobre todo los contribuyentes que, claro, dicen: para qué sostengo yo a las fuerzas armadas de mi país, si vienen unos objetos que violan el espacio aéreo constantemente y no me pueden defender. En consecuencia, para los militares, de cara a la opinión pública, los ovnis no existen.
Por la investigación para hacer este y sus otros libros, ha llegado a correr peligro.
Sí, bastantes veces, sí. No solamente por el riesgo intrínseco que supone estar viajando constantemente, sino porque ha habido un libro mío, que se llama Materia reservada, salió en el 93, donde ahí yo criticaba muy duramente la actuación de la Fuerza Aérea española en el proceso de desclasificación de los archivos ovni que tiene el Ejército del Aire. Y eso no gustó. No gustó nada. Y entonces sufrí un atentado.
Como se ve, J. J. Benítez es muy sincero, ante cualquier cuestión referente a los ovnis. Hace comentarios sensatos y precisos y añade anécdotas que le han ocurrido para enriquecer las respuestas. Al contestar, espera atento qué es lo que se le va a preguntar, por lo que ahora vamos a tratar ahora de reflejar sus opiniones sobre cuestiones más concretas de su libro. ¿Qué es la normativa IG-40-5?
La normativa IG-40-5 es un cuestionario que sacó la Fuerza Aérea española, hace ya mucho tiempo, para los casos en los que los testigos dicen haber visto a los tripulantes de las naves de los ovnis. Entonces, con ese cuestionario, el juez instructor correspondiente lo que hace es preguntar y preguntar y preguntar sobre las características de esos seres: altura, forma del cráneo, etc., etc… Es una normativa secreta.
Hay zonas de alto riesgo, lugares especiales que son visitados de manera recurrente.
Se los ve en todas partes, pero con mucha frecuencia sobre los silos atómicos, bases militares, prisiones, centrales nucleares, por ejemplo en la de Chernóbil, cuando hubo la gran catástrofe aquella. Un objeto no identificado estuvo paseándose por encima de la central, ya había habido el problema, y, según los guardas de seguridad que lo vieron, lanzó una especie de haz de luz, o de rayo, y consiguió que se enfriara el reactor… Pero se les ve en todas partes. Yo me he paseado por todo el mundo, en todos los continentes que yo he podido visitar, en cualquier aldeíta perdida, hay alguien que los ha visto, en todas partes.
“-Monté en el taxi -explicó el doctor- y nos dirigimos a la casa de la madre de Dámaso… Es una anciana que trato desde hace tiempo… Recuerdo que, por el camino, Paco Estévez, el taxista, y yo, íbamos hablando de cacería… Somos muy aficionados… El camino era malo y cuesta arriba. El coche marchaba despacio. Y, súbitamente, las luces del auto iluminaron algo rarísimo… Estaba muy cerca. Quizá a cuarenta o cincuenta pasos… Flotaba muy cerca del suelo, sobre el campo… Como le digo, era enorme… Calculé sesenta metros de diámetro… Era una esfera como de cristal… Podíamos ver las estrellas al fondo… En el centro se distinguían dos figuras humanas… Vestían unos trajes rojos sin arrugas… Yo, al menos, no las vi… Era muy altos… Me atrevo a decir que alcanzaban tres metros… ¿Podían llevar escafandras?… Seguramente… Los cráneos eran muy abultados.”
Ahora, con drones, las nuevas armas en las recientes guerras, ¿no es más complicado la investigación ovni, que se confundan los ovnis con todo eso?
Sí, bueno, hay que tener cuidado porque, efectivamente, los drones pueden ser confundidos, ¿no?, en algún momento. Pero los drones son unos aparatos relativamente pequeños, con un comportamiento muy conocido y no tienen nada que ver con una nave de cien metros o de trescientos de diámetro, que se aproxima en silencio, con luces, que desciende, que aterriza y que vuelve a subir. En fin, es muy fácil distinguirlos, es muy fácil, pero hay que tener cuidado, claro.
Gran cantidad de fotos, mapas, gráficos… Están aquí aporta más de doscientos casos ocurridos en todo el mundo. Pero quizá el más famoso sea el caso Roswell.
Es un clásico de la ufología mundial, del que no se ha dicho tampoco gran cosa, es decir, que han contado algunas historias, pero no todo. Y yo siempre digo que es una nave que se estrella en Nuevo México, en julio del año 47, con cuatro criaturas dentro, y que si el Ejército del Aire se decidiera a mostrar esa nave estrellada y a las criaturas, se acabarían todas las dudas y todos los problemas. Pero eso no lo van a hacer nunca, nunca, porque significaría reconocer lo que hablábamos antes, que los militares estarían en inferioridad de condiciones, desde el punto de vista técnico.
¿Qué opina, J. J., de series como Expediente X?
Son series muy interesantes que están, en general, bien hechas, donde se apuntan casos que han sido reales, en otros se juega un poco con la fantasía. Pero, bueno, yo creo que está muy bien y sirve para concienciar a la gente de un fenómeno que es el más importante del mundo, después del nacimiento de Jesús de Nazaret. La presencia de estos cientos de civilizaciones es el acontecimiento más destacado de la humanidad. Y algún día, supongo, cuando se produzca un contacto oficial, pues, será un momento histórico.
La ufología sigue muy viva en el mundo. Sigue habiendo multitud de aficionados a los ovnis.
Sí, sí. Hay muchísima gente, sobre todo ahora entre la gente joven, que se hace muchas preguntas. A muy poco que te puedas informar por el tema, te das cuenta de que es real; es decir, son miles y miles y miles de casos; miles y miles de casos. Eso llega un momento que no se puede ocultar. Sí lo siguen haciendo los militares, por las razones que comentábamos antes.
Carlos Castrosín
Están aquí
J. J. Benítez
Editorial Planeta, 984 pp., 24,90 €
J. J. Benítez vuelve para denunciar las mentiras y ocultamientos de las cúpulas militares de todo el mundo sobre el fenómeno ovni.
¿Qué saben los militares sobre el fenómeno ovni? ¿Por qué ocultan información? J. J. Benítez ya apuntó algunas claves en Materia reservada (1993), pero ahora va más allá para denunciar, de forma audaz, las mentiras de las cúpulas militares internacionales sobre los no identificados. Están aquí recopila cientos de casos ovni investigados por el autor desde sus inicios en el periodismo hasta la actualidad. La valiosa documentación incluye entrevistas con testigos, altos mandos del Ejército y personalidades de primer nivel, historias clásicas de la ufología y material gráfico inestimable. Es, sin duda, el libro más arriesgado de J. J. Benítez, y con un final de infarto.
LO QUE OCULTAN LOS GOBIERNOS SOBRE LOS OVNIS
Juan José Benítez López nació en Pamplona en 1946. Más conocido como J. J. Benítez, es un periodista y escritor español, famoso por sus trabajos dedicados a la ufología. En su saga novelística Caballo de Troya relata un viaje en el tiempo hasta la época de Jesús de Nazaret supuestamente llevado a cabo en la década de los 70 por militares de Estados Unidos.
Ha realizado trabajos para la televisión, conferencias, artículos de prensa y entrevistas con testigos de fenómenos ovni. Se trata, posiblemente, de uno de los investigadores más veteranos del mundo sobre este tema. Están aquí es su nuevo libro.











