«Muestra los mitos clásicos que usa el poder para construir liderazgos políticos icónicos. Inteligente, ameno y sorprendente».
Silvia Intxaurrondo
LA OBRA
Las imágenes icónicas no son fruto del azar. Han sido esculpidas a lo largo de los siglos con inteligencia, cálculo y vocación de eternidad. Como las palabras, las imágenes comunican, pero sobre todo evocan: despiertan los sentidos, activan la memoria y seducen.
En este ensayo lúcido y apasionado, el periodista y doctor en Comunicación Social y Política Toni Aira rastrea la poderosa herencia de la mitología griega en las narrativas visuales de la política contemporánea. Desde Milei empuñando su motosierra igual que Perseo la cabeza de Medusa hasta la gorra MAGA de Trump que le ha dado las alas del casco de Hermes, pasando por el chándal de Maduro como piel de Hércules o el Peugeot de Sánchez cual nave de Odiseo, Aira nos revela hasta qué punto los relatos antiguos siguen moldeando el inconsciente colectivo.
El resultado es un libro fascinante sobre los nuevos mitólogos del poder y sobre el arte de escribir la historia con imágenes en un mundo donde mirar ha sustituido a pensar.
EL PODER DE LAS IMÁGENES (Y QUIENES LAS DISEÑAN)
En tiempos en los que cada noticia se consume como un fogonazo y cada imagen parece destinada al olvido instantáneo, Toni Aira se atreve a recordarnos algo incómodo y fascinante: nunca hemos dejado de vivir rodeados de mitos. Lo que cambia es la máscara.
Este es el núcleo de Mitólogos. El arte de seducir a las masas, un ensayo que explora cómo la política y la cultura contemporáneas funcionan como laboratorios de mitología aplicada. El autor, con años de experiencia en el análisis de comunicación política, se mueve aquí con libertad entre la teoría cultural y la crónica contemporánea, con una escritura que seduce tanto como inquieta. Su propuesta es clara: si aprendemos a leer las imágenes como mitos reencarnados, comprenderemos mejor cómo nos gobiernan las emociones colectivas y quiénes son los que escriben esa partitura invisible.
Aira se sitúa en un lugar estratégico: no se limita a comentar la actualidad como un analista más, ni se pierde en abstracciones académicas. Escribe como un mitógrafo del presente. Al modo de Roland Barthes en sus Mitologías, desmenuza lo que parece banal —un chándal, una foto oficial, un gesto en un balcón— y revela que tras esa superficie late un relato universal. Su importancia dentro del libro es doble: guía a los lectores en esta arqueología del símbolo, y a la vez se confiesa fascinado y advertido por el poder de lo visual. El resultado es un ensayo que no predica desde arriba, sino que invita a leer con él, con una mezcla de pedagogía y complicidad que lo convierte en un narrador necesario en la prensa cultural y política.
ESCENAS QUE SE VUELVEN ARQUETIPOS
Uno de los grandes hallazgos de Mitólogos es la manera en que Toni Aira convierte la actualidad política y mediática en un teatro donde lo que vemos no son meros acontecimientos, sino representaciones arquetípicas que resuenan con ecos de la Antigüedad. El autor construye un mosaico en el que escenas contemporáneas — transmitidas por la televisión, repetidas hasta la saciedad en las redes sociales, comentadas en cafés o tertulias— se reconocen, de pronto, como versiones modernas de mitos griegos. La clave de la seducción está ahí: el espectador se sorprende al comprobar que detrás de lo inmediato late lo eterno.
Así, el balcón del Palacio de Buckingham se presenta como la cima del Olimpo. Desde allí, los Windsor, elevados sobre la multitud, se muestran como dioses distantes pero visibles, objetos de adoración y a la vez guardianes de un orden. La exclusión de ciertos miembros de la familia — Enrique y Meghan, Andrés caído en desgracia— refuerza todavía más la analogía: como en la mitología, hay quienes son desterrados del panteón y arrojados al mundo de los mortales.
El chándal tricolor de Chávez y Maduro se lee como la «piel de león» de Hércules. En la prenda deportiva que evoca a la clase popular y ondea los colores de la bandera se concentra la idea de fuerza y resistencia. No es vestuario casual: es un uniforme heroico que busca inmunizar al líder frente a las críticas y convertirlo en símbolo viviente de su pueblo.
La célebre mesa kilométrica entre Putin y Macron, que provocó oleadas de memes, encuentra su paralelo en el laberinto de Creta. La distancia exagerada no era un capricho sanitario, sino un gesto de poder calculado: Putin como Minotauro en su dominio, Macron como Teseo obligado a adentrarse en un espacio hostil, desconcertante, diseñado para desequilibrar.
Más explosiva aún resulta la imagen de Javier Milei con una motosierra, un objeto de feria transformado en arma política. Aira lo enlaza con Perseo exhibiendo la cabeza de Medusa: un espectáculo que petrifica al adversario y fascina a la audiencia. La motosierra, como la mirada de la Gorgona, paraliza y magnetiza, convirtiendo al líder en un héroe improbable y a la vez temible.
Otro pasaje memorable es el de Pedro Sánchez recorriendo España en su Peugeot desgastado, después de haber sido defenestrado. Aquí la analogía es con Odiseo: el héroe que regresa despojado de su gloria, disfrazado de humildad, para reconquistar su reino. El automóvil modesto sustituye al disfraz de mendigo: un artefacto narrativo que traduce vulnerabilidad en cercanía y que prepara la escena para la victoria posterior.
El sofagate de Ursula von der Leyen funciona como un mito en negativo: una Penélope contemporánea que, en lugar de tejer y destejer, resiste la humillación institucional para transformarla en discurso de dignidad. La exclusión de un sillón central se convirtió en relato político de igualdad, recordando cómo los mitos de la espera y la firmeza femenina siguen teniendo fuerza performativa.
En el terreno del espectáculo populista, pocas imágenes resultan tan icónicas como la gorra roja de Trump con el lema MAGA. Aira la asocia con el casco alado de Hermes, dios de los rumores y la elocuencia, mensajero veloz entre dioses y mortales. La gorra sintetiza el poder de la repetición, la identificación con una tribu, la astucia del símbolo que viaja por fronteras y redes sociales con la misma rapidez que un rumor antiguo.
Por último, Claudia Sheinbaum en su toma de posesión vestida de blanco con motivos florales se convierte en una Perséfone política: encarna la promesa de un ciclo renovado, el regreso de la primavera en forma de esperanza democrática. El vestido no es solo moda: es metáfora de fertilidad, pureza y comienzo, cargada de resonancias culturales que trascienden el momento.
En todas estas estampas, lo fascinante es que cada una podría contarse como un relato autónomo, comprensible sin necesidad de notas a pie de página, y sin embargo todas están unidas por un mismo hilo invisible: la persistencia del mito en la política contemporánea. Aira nos obliga a reconocer que la fascinación que sentimos frente a esas imágenes no es fruto del azar ni del marketing más reciente, sino del repertorio simbólico que compartimos desde hace milenios. Descubrirlo es la gran sorpresa del libro: que lo que une a un mitin en Buenos Aires, una ceremonia en Londres o un desaire diplomático en Ankara no es la coincidencia, sino los arquetipos que llevamos dentro.
LA DEMOCRACIA COMO TEATRO DE SÍMBOLOS
La tesis que más incomoda a las élites políticas, y que a la vez más fascina a la prensa, es la que plantea que en la democracia contemporánea votamos menos programas que iconos. La política se ha vuelto un escenario donde la escenografía —el gesto, la foto, el objeto— pesa tanto como la propuesta programática. Desde un balcón real hasta un mitin populista, los rituales visuales tienen un poder performativo que va más allá del discurso. Para la prensa cultural, esto supone una oportunidad: tratar la política como fenómeno estético, narrar cómo las sociedades se reconocen en símbolos antes que en cifras, y cuestionar hasta qué punto los ciudadanos eligen ideas o más bien escenas.
EL POPULISMO COMO REACTIVACIÓN DE MITOS UNIVERSALES
En segundo lugar, Aira ofrece un marco que resulta irresistible para cualquier cronista de actualidad: los líderes populistas no son anomalías, sino encarnaciones de arquetipos antiguos. Milei aparece como un Perseo contemporáneo, Trump como un Hermes astuto y veloz, Maduro como Hércules con su piel de león, Meloni como una Atenea con égida negra. La prensa política encuentra aquí un lenguaje fresco para explicar fenómenos que de otro modo se describen solo como irrupciones irracionales. El populismo no se entiende como accidente, sino como reactivación de relatos universales que la gente reconoce incluso sin saberlo.
EL ASESOR COMO «MITÓLOGO CONTEMPORÁNEO»
El libro desplaza la atención hacia una figura que fascina al periodismo político: los asesores convertidos en narradores invisibles. Aira los describe como herederos de los sacerdotes antiguos, los que susurraban a los reyes qué gesto, qué palabra, qué liturgia usar. Son los spin doctors de hoy, arquitectos de escenografías que definen el destino de un líder tanto como su estrategia legislativa. En tiempos de algoritmos y big data, Mitólogos insiste en que la dramaturgia humana sigue siendo decisiva: un equipo de asesores puede transformar un Peugeot usado en odisea, una foto humillante en discurso de dignidad, un objeto vulgar en símbolo de poder. Para la prensa, esta es una invitación a investigar quiénes son los verdaderos «mitólogos» que escriben desde la sombra las imágenes que marcan nuestro tiempo.
LA TENSIÓN ENTRE SEDUCCIÓN Y MANIPULACIÓN
Uno de los méritos del ensayo es que evita la tentación de demonizar el poder de la imagen. Aira lo dice con claridad: el mecanismo que inspira también puede someter. La seducción no es buena ni mala en sí misma; depende de cómo y para qué se use. Y aquí la prensa encuentra terreno fértil: la frontera ética entre comunicar y manipular. ¿Hasta qué punto una puesta en escena moviliza o engaña? ¿Qué responsabilidad tienen los líderes al usar símbolos de fuerte carga emocional? Este debate, que atraviesa desde la comunicación política hasta la publicidad, abre discusiones que trascienden la reseña de un libro: es materia de columnas de opinión, de tertulias y de editoriales.
EL REGRESO DE LA MITOLOGÍA CLÁSICA COMO CULTURA POP
Mitólogos ofrece un ángulo cultural de gran atractivo: los mitos clásicos se han convertido en cultura pop contemporánea. Lo que antes era patrimonio de manuales escolares hoy regresa disfrazado de titulares y memes. Un presidente puede ser leído como Odiseo en su regreso, una líder como Penélope en resistencia, un presidente estadounidense como Hermes con gorra roja. Para los periodistas culturales, esta es una veta luminosa: permite tender puentes entre la herencia clásica y el presente mediático, acercando a un público amplio la vigencia de la mitología. Los dioses no han muerto: simplemente tienen cuenta en Instagram.
COROLARIO
Las imágenes seducen porque son herederas de mitos eternos. No son accesorios ni fuegos artificiales, sino relatos condensados que activan emociones colectivas. Comprenderlos no garantiza inmunidad, pero sí lucidez. Y en tiempos en que la política se juega en un escenario saturado de pantallas, esa lucidez es un ejercicio de ciudadanía.
Mitólogos no es un manual de comunicación ni una simple colección de anécdotas: es un mapa cultural que ayuda a leer la época. Su mensaje final es claro: nuestra memoria es corta, pero la historia de los mitos es eterna. Y mientras los líderes sigan invocándolos, aunque sea disfrazados de gorras, camisetas o selfies, seguiremos necesitando intérpretes como Toni Aira para descifrar qué se juega en cada imagen.
EL AUTOR
TONI AIRA (Barcelona, 1977) es doctor en Comunicación Social y Política, profesor de Comunicación Política en la Universitat Pompeu Fabra (UPF) y director del máster en Comunicación Política e Institucional de la UPF-Barcelona School of Management. Además, colabora desde hace años como analista en medios como La Vanguardia, RTVE, TV3 o RAC1, y en programas de gran impacto como La hora de La 1, Al rojo vivo o La noche en 24 horas. Ha escrito, entre otros ensayos dedicados al ámbito de la comunicación política e institucional, Los spin doctors. Cómo mueven los hilos los asesores de los líderes políticos (2009), Los guardianes del mensaje: Asesores políticos. Un modelo alternativo a los spin doctors anglosajones (2011) y La política de las emociones. Cómo los sentimientos gobiernan el mundo (2020).
Fuente: editorial Debate